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Delincuentes simulan ser choferes y ofrecen servicio de transporte rápido desde el centro de Lima hasta zonas periféricas de la capital. Utilizan vehículos con placas clonadas y cómplices que pueden ser mujeres embarazadas y niños para no despertar sospechas en pasajeros. Muchas de sus víctimas sufrieron ataques sexuales o lesiones con armas de fuego.
Juan José Escalante había abordado un taxi colectivo cerca de la Plaza Bolognesi. Era de noche y estaba cansado. Cómo no estarlo si trabaja en la calle vendiendo dólares de manera informal. Solo pensaba en llegar a casa. Una vez dentro de la station wagon que lo llevaría a Chosica, un sujeto robusto le apuntó con un arma y le lanzó una amenaza que cambió su estado de ánimo en un segundo: “No te muevas o te lleno de plomo, conch…”.
Escalante no le hizo caso y trató de defenderse. Error: recibió un balazo en la pierna izquierda que por poco le perfora la arteria femoral.
De lo más confiado, se había sentado en el asiento posterior. A su lado iban una mujer embarazada y un niño con uniforme escolar. ¿Cómo podía sospechar que ambos estaban coludidos con los delincuentes? "Ahora sé que las bandas los usan como carnada para captar a pasajeros”, afirma el cambista, quien estuvo a punto de morir desangrado la noche del 16 de agosto pasado.
“Me robaron siete mil soles y me abandonaron herido en Yerbateros. Nunca más subiré a esos malditos autos”, sentencia Escalante, quien compartió su experiencia con La República. Su caso da cuenta de una ola de asaltos y secuestros a bordo de colectivos informales. En lo que va del año, y solo en Lima Metropolitana, 915 hombres y mujeres denunciaron haber sido víctimas de estos ataques, algunos de los cuales derivaron en abuso sexual y en lesiones causadas con armas de fuego.
SERVICIO PROHIBIDO
Que el servicio de taxis colectivos esté prohibido en Lima no impide a unos 15 mil transportistas operar informalmente en la capital. Debido a que la policía y los inspectores municipales no están en capacidad de hacer cumplir este mandato edil, los delincuentes simulan ser transportistas urbanos y atacan a pasajeros confiados como Juan José Escalante.
La República tuvo acceso a un documento de Inteligencia elaborado por la Policía Nacional del Perú. Se trata de un reporte que consigna las rutas más peligrosas que siguen los falsos taxis colectivos y busca contrarrestar este fenómeno delictivo en la capital.
LA MÁS PELIGROSA
Les llaman los "cinco caminos del diablo" por los actos delictivos que se registran a lo largo de sus trayectos. Lima-Comas es la ruta en la que la mayor incidencia criminal se ha registrado este año. Los vehículos parten de la esquina de las avenidas Nicolás de Piérola con Tacna. Luego ingresan por la plaza Dos de Mayo a las primeras cuadras de la avenida Alfonso Ugarte y acceden a la avenida Caquetá. De allí toman la autopista Túpac Amaru hasta el kilómetro 15. La tarde del 18 de julio el comerciante Efraín Quispe Gonzales perdió todo lo que había ahorrado en varios años de sacrificio. En la Plaza Dos de mayo subió a una camioneta roja para dirigirse a su casa ubicada en la urbanización La Pascana, en Comas.
"Cerré mi puesto de comida temprano. Era cumpleaños de mi hijo, todos me esperaban en casa y recién llegué a las 11 de la mañana del día siguiente. Dos hombres y una mujer que estaban en el carro me secuestraron", recuerda indignado.
Quispe Gonzales recuerda que lo retuvieron 14 horas. "Me hicieron sacar 6.000 soles del Banco de Crédito y me dejaron golpeado frente al parque zonal Sinchi Roca", refiere.
El 25 por ciento de los delitos cometidos en taxis colectivos el 2012 se han registrado precisamente en esta ruta, de acuerdo con cifras oficiales de la Dirincri. El comandante Carlos Céspedes reveló que el secuestro al paso fue el delito de mayor incidencia.
28 HERIDOS EN LIMA ESTE
La ruta Lima-San Juan de Lurigancho, que se inicia en la Plaza de Acho y cruza el sector este de la ciudad por la avenida Wiesse, ocupa el segundo lugar en la escala de peligro. 28 pasajeros requirieron asistencia médica por haber sufrido lesiones de diverso tipo tras ser asaltados en taxis colectivos durante el mismo periodo.
A la modista Irma Beatriz Zamudio la desmayaron haciéndole inhalar una extraña sustancia somnífera. Ocurrió la noche del 7 de agosto pasado. A Irma la atacaron cuando viajaba en una station wagon blanca a la altura de la avenida Wiesse. La policía la halló inconsciente, abandonada cerca de un local del supermercado Metro de San Juan de Lurigancho.
Horas después, Irma Beatriz denunció que la habían despojado de 1.800 soles, una cadena de oro, pendientes del mismo metal y un reloj pulsera.
PAGARON CON SU VIDA
En el otro extremo de la ciudad se despliega la ruta Lima-Chorrillos. Un circuito igual de peligroso. El jefe de la División de Robos, coronel César Iturrizaga, explica que los colectivos informales inician su recorrido en la primera cuadra de la avenida Paseo de la República, muy cerca de la Plaza Grau, y siguen a lo largo de toda la Vía Expresa para internarse luego en las calles de Barranco. Su destino final está en la zona de Villa.
El suboficial de la División de Robos, Renzo Cruces Quispe, encaró recientemente una situación de peligro extremo en esa ruta. Resultó herido de bala al momento de repeler el ataque de dos falsos transportistas: Miguel Cruz Alejandría y Luis Maraví García, quienes murieron en la balacera. Ambos lo asaltaron en Barranco a las 11.30 pm del 12 de setiembre último. Durante el tiroteo que estalló dentro de la station wagón roja BOP-198 también fue herida la pasajera Lourdes Carbajal Ríos.
ROBOS EN LA RUTA CALLAO
Por último, a quienes viven en Ventanilla, en la zona norte del Callao, las autoridades recomiendan abstenerse de abordar taxis colectivos que inician su travesía en la esquina de las avenidas Tacna con Emancipación, así como en el cruce de esta última arteria con el jirón Chancay. Desde allí partieron, en lo que va del año, las 76 unidades utilizadas por la delincuencia para asaltar, golpear e incluso violar a sus pasajeros.
EN LA CIUDAD DE LA INFORMALIDAD
Para Joaquín Rosas Javier, presidente de la Federación Nacional de Taxis y Colectivos de Lima, parte de la informalidad que impera en el transporte capitalino es provocada por el uso de vehículos tipo minivan.
“Estos circulan en la ciudad con una autorización para dar servicio a turistas, salvándose así de las papeletas. Cuando son intervenidos los choferes presentan ese permiso, cuando todos sabemos que realizan transporte público”, se quejó Rosas Javier.
Una solución que su gremio ofrece para combatir este problema de informalidad es homogeneizar el servicio de taxi pintándolos de un solo color, y colocándoles radio y GPS.
CONSEJOS
Nunca suba a vehículos que no cuenten con el número de matrícula pintado en ambos costados de la carrocería. Los números deben coincidir con los de la placa oficial que va en los parachoques. Si no es así, sabrá usted que está ante un peligro inminente.
Tampoco aborde vehículos con lunas oscurecidas o polarizadas dado que si es víctima de un asalto ningún transeúnte podrá percatarse de la agresión.
A quienes, por desgracia, descubran demasiado tarde que están dentro de un falso taxi colectivo, el consultor en temas de seguridad César Martín Bejarano recomienda guardar la calma y en ningún caso ofrecer resistencia.
ENFOQUE
"Los taxis colectivos tienen que desaparecer"
María Jara
Gerencia de Transporte Urbano de Lima
Frente a esta ola de asaltos en vehículos piratas, la población tiene que tomar conciencia de que debe de utilizar el servicio de transporte público, y renunciar al uso de un servicio informal, como el taxi colectivo. Los pasajeros deben saber que subirse a uno de esos vehículos es como jugar a la ruleta rusa. Se exponen a una agresión.
El servicio de taxi colectivo no está regulado por ninguna instancia pública. Según la ley dada por el Congreso y el MTC, no figura en la reforma del transporte. Su existencia al cabo de unos años es poco probable dado que no podrán competir con los buses que usarán las rutas de los futuros cinco corredores viales.
La Gerencia de Transporte Urbano de Lima sí los fiscaliza. Estamos en las avenidas Abancay, Tacna, Garcilaso de la Vega y en los paraderos Rayito de Sol y Acho. Desde enero hemos impuesto a los taxis colectivos 7 mil 465 papeletas. El costo de cada una de ellas es de 720 soles. La reforma del transporte, además, va a permitir que en unos años contemos con buses modernos y un servicio de calidad.
Juan José Escalante había abordado un taxi colectivo cerca de la Plaza Bolognesi. Era de noche y estaba cansado. Cómo no estarlo si trabaja en la calle vendiendo dólares de manera informal. Solo pensaba en llegar a casa. Una vez dentro de la station wagon que lo llevaría a Chosica, un sujeto robusto le apuntó con un arma y le lanzó una amenaza que cambió su estado de ánimo en un segundo: “No te muevas o te lleno de plomo, conch…”.
Escalante no le hizo caso y trató de defenderse. Error: recibió un balazo en la pierna izquierda que por poco le perfora la arteria femoral.
De lo más confiado, se había sentado en el asiento posterior. A su lado iban una mujer embarazada y un niño con uniforme escolar. ¿Cómo podía sospechar que ambos estaban coludidos con los delincuentes? "Ahora sé que las bandas los usan como carnada para captar a pasajeros”, afirma el cambista, quien estuvo a punto de morir desangrado la noche del 16 de agosto pasado.
“Me robaron siete mil soles y me abandonaron herido en Yerbateros. Nunca más subiré a esos malditos autos”, sentencia Escalante, quien compartió su experiencia con La República. Su caso da cuenta de una ola de asaltos y secuestros a bordo de colectivos informales. En lo que va del año, y solo en Lima Metropolitana, 915 hombres y mujeres denunciaron haber sido víctimas de estos ataques, algunos de los cuales derivaron en abuso sexual y en lesiones causadas con armas de fuego.
SERVICIO PROHIBIDO
Que el servicio de taxis colectivos esté prohibido en Lima no impide a unos 15 mil transportistas operar informalmente en la capital. Debido a que la policía y los inspectores municipales no están en capacidad de hacer cumplir este mandato edil, los delincuentes simulan ser transportistas urbanos y atacan a pasajeros confiados como Juan José Escalante.
La República tuvo acceso a un documento de Inteligencia elaborado por la Policía Nacional del Perú. Se trata de un reporte que consigna las rutas más peligrosas que siguen los falsos taxis colectivos y busca contrarrestar este fenómeno delictivo en la capital.
LA MÁS PELIGROSA
Les llaman los "cinco caminos del diablo" por los actos delictivos que se registran a lo largo de sus trayectos. Lima-Comas es la ruta en la que la mayor incidencia criminal se ha registrado este año. Los vehículos parten de la esquina de las avenidas Nicolás de Piérola con Tacna. Luego ingresan por la plaza Dos de Mayo a las primeras cuadras de la avenida Alfonso Ugarte y acceden a la avenida Caquetá. De allí toman la autopista Túpac Amaru hasta el kilómetro 15. La tarde del 18 de julio el comerciante Efraín Quispe Gonzales perdió todo lo que había ahorrado en varios años de sacrificio. En la Plaza Dos de mayo subió a una camioneta roja para dirigirse a su casa ubicada en la urbanización La Pascana, en Comas.
"Cerré mi puesto de comida temprano. Era cumpleaños de mi hijo, todos me esperaban en casa y recién llegué a las 11 de la mañana del día siguiente. Dos hombres y una mujer que estaban en el carro me secuestraron", recuerda indignado.
Quispe Gonzales recuerda que lo retuvieron 14 horas. "Me hicieron sacar 6.000 soles del Banco de Crédito y me dejaron golpeado frente al parque zonal Sinchi Roca", refiere.
El 25 por ciento de los delitos cometidos en taxis colectivos el 2012 se han registrado precisamente en esta ruta, de acuerdo con cifras oficiales de la Dirincri. El comandante Carlos Céspedes reveló que el secuestro al paso fue el delito de mayor incidencia.
28 HERIDOS EN LIMA ESTE
La ruta Lima-San Juan de Lurigancho, que se inicia en la Plaza de Acho y cruza el sector este de la ciudad por la avenida Wiesse, ocupa el segundo lugar en la escala de peligro. 28 pasajeros requirieron asistencia médica por haber sufrido lesiones de diverso tipo tras ser asaltados en taxis colectivos durante el mismo periodo.
A la modista Irma Beatriz Zamudio la desmayaron haciéndole inhalar una extraña sustancia somnífera. Ocurrió la noche del 7 de agosto pasado. A Irma la atacaron cuando viajaba en una station wagon blanca a la altura de la avenida Wiesse. La policía la halló inconsciente, abandonada cerca de un local del supermercado Metro de San Juan de Lurigancho.
Horas después, Irma Beatriz denunció que la habían despojado de 1.800 soles, una cadena de oro, pendientes del mismo metal y un reloj pulsera.
LaRepublica.pe
PAGARON CON SU VIDA
En el otro extremo de la ciudad se despliega la ruta Lima-Chorrillos. Un circuito igual de peligroso. El jefe de la División de Robos, coronel César Iturrizaga, explica que los colectivos informales inician su recorrido en la primera cuadra de la avenida Paseo de la República, muy cerca de la Plaza Grau, y siguen a lo largo de toda la Vía Expresa para internarse luego en las calles de Barranco. Su destino final está en la zona de Villa.
El suboficial de la División de Robos, Renzo Cruces Quispe, encaró recientemente una situación de peligro extremo en esa ruta. Resultó herido de bala al momento de repeler el ataque de dos falsos transportistas: Miguel Cruz Alejandría y Luis Maraví García, quienes murieron en la balacera. Ambos lo asaltaron en Barranco a las 11.30 pm del 12 de setiembre último. Durante el tiroteo que estalló dentro de la station wagón roja BOP-198 también fue herida la pasajera Lourdes Carbajal Ríos.
ROBOS EN LA RUTA CALLAO
Por último, a quienes viven en Ventanilla, en la zona norte del Callao, las autoridades recomiendan abstenerse de abordar taxis colectivos que inician su travesía en la esquina de las avenidas Tacna con Emancipación, así como en el cruce de esta última arteria con el jirón Chancay. Desde allí partieron, en lo que va del año, las 76 unidades utilizadas por la delincuencia para asaltar, golpear e incluso violar a sus pasajeros.
EN LA CIUDAD DE LA INFORMALIDAD
Para Joaquín Rosas Javier, presidente de la Federación Nacional de Taxis y Colectivos de Lima, parte de la informalidad que impera en el transporte capitalino es provocada por el uso de vehículos tipo minivan.
“Estos circulan en la ciudad con una autorización para dar servicio a turistas, salvándose así de las papeletas. Cuando son intervenidos los choferes presentan ese permiso, cuando todos sabemos que realizan transporte público”, se quejó Rosas Javier.
Una solución que su gremio ofrece para combatir este problema de informalidad es homogeneizar el servicio de taxi pintándolos de un solo color, y colocándoles radio y GPS.
CONSEJOS
Nunca suba a vehículos que no cuenten con el número de matrícula pintado en ambos costados de la carrocería. Los números deben coincidir con los de la placa oficial que va en los parachoques. Si no es así, sabrá usted que está ante un peligro inminente.
Tampoco aborde vehículos con lunas oscurecidas o polarizadas dado que si es víctima de un asalto ningún transeúnte podrá percatarse de la agresión.
A quienes, por desgracia, descubran demasiado tarde que están dentro de un falso taxi colectivo, el consultor en temas de seguridad César Martín Bejarano recomienda guardar la calma y en ningún caso ofrecer resistencia.
ENFOQUE
"Los taxis colectivos tienen que desaparecer"
María Jara
Gerencia de Transporte Urbano de Lima
Frente a esta ola de asaltos en vehículos piratas, la población tiene que tomar conciencia de que debe de utilizar el servicio de transporte público, y renunciar al uso de un servicio informal, como el taxi colectivo. Los pasajeros deben saber que subirse a uno de esos vehículos es como jugar a la ruleta rusa. Se exponen a una agresión.
El servicio de taxi colectivo no está regulado por ninguna instancia pública. Según la ley dada por el Congreso y el MTC, no figura en la reforma del transporte. Su existencia al cabo de unos años es poco probable dado que no podrán competir con los buses que usarán las rutas de los futuros cinco corredores viales.
La Gerencia de Transporte Urbano de Lima sí los fiscaliza. Estamos en las avenidas Abancay, Tacna, Garcilaso de la Vega y en los paraderos Rayito de Sol y Acho. Desde enero hemos impuesto a los taxis colectivos 7 mil 465 papeletas. El costo de cada una de ellas es de 720 soles. La reforma del transporte, además, va a permitir que en unos años contemos con buses modernos y un servicio de calidad.
Por: Ernesto Guerrero L.
Eduardo Salinas Y.
Tomado de LaRepublica.pe
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