Muchas personas se cuestionaban el por qué los jóvenes no se interesaban en la política de nuestro país. ¿Por qué se presentaba un marcado desapego de este sector de nuestra población?. Algunas de las respuestas a esta interrogante son evidentes. Este marcado desapego se debe en gran parte al rechazo que siente la población en general a un tema que es visto como sucio en cuanto a corrupción y carencia de ética. Sin embargo, gracias a los últimos eventos electorales, algo inesperado sucedió en lo que respecta al sector juvenil de nuestra sociedad. Surgió un candidato que en base a una agresiva campaña publicitaria en las redes sociales, logró cautivar a miles de jóvenes que no tenían el más mínimo interés en política. Pero lamentablemente esta historia no es tan linda como parece. Y es que, gracias a esta participación juvenil, hemos podido constatar una serie de graves problemas que siguen aquejando y dividiendo a nuestro país y que, para desgracia nuestra, aún no hemos podido extirpar de nuestra sociedad. Es más, da la impresión de que no sólo están ahí estos males, presentes y muy activos, dándonos una muestra de la escuálida sociedad en la que vivimos en cuanto a valores y principios; sino que estos cánceres sociales se han masificado. Nos referimos a la intolerancia, el racismo y la discriminación. Aunque no son los únicos representantes de estos males, los tristemente célebres PPKausas (llamados así por la unión de las iniciales del candidato PPK y el coloquialismo peruano 'causa' que significa amigo), nos han demostrado que tal vez es mejor que muchos jóvenes sigan totalmente desinteresados en política. Ya es mucho con tener a los fanáticos, racistas e intolerantes que actualmente participan en política como para tener que soportar a más de ellos.
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