Tal vez el problema radica en nuestra ignorancia y el profundo desconocimiento que tenemos sobre la naturaleza humana, lo cual nos impide diferenciar lo natural de lo artificial en ciertas costumbres sociales que practicamos. No es difícil adivinar qué rituales sociales van totalmente en contra de nuestra naturaleza.
miércoles, 7 de enero de 2015
viernes, 2 de enero de 2015
El Justiciero Vengador de Whatsapp
La historia secreta detrás del caso que marcó el 2014. De cómo una aplicación para smartphones fue crucial para desencadenar la caída de la mafia más grande que ha operado en el Perú del siglo XXI.
Recién bajado de la moto, El Justiciero Vengador no puede evitar la pulsión de echarle un vistazo a su celular.
–Nosotros, que somos viejos, les decíamos a nuestros hijos “oye, ya deja esa huevada”– se ríe, agitando el teléfono. –Ahora somos nosotros los que vivimos pegados a él.
El Justiciero Vengador es su nombre en redes sociales pero su verdadera identidad es Néstor Rodolfo “Fito” Sack. Es argentino, tiene como un aire a la Pepa Baldessari –o quizás a la imitación que hacía JB de él– y en estas semanas ha estado en el centro de la polémica. Luego abordaremos esa polémica pero, por lo pronto, lo importante es el motivo por el que vive pegado a su celular: “Agraviados Orellana”.
“Agraviados Orellana” es el nombre de un grupo en WhatsApp, el célebre sistema de mensajería instantánea que, entre otras cosas, permite que un mismo mensaje, imagen, audio o video le llegue a todos los integrantes de una lista cerrada. Este grupo, en particular, tiene más de cien participantes, incluidos varios periodistas.
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